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En marzo de 2014 comenzamos a trabajar la promoción de la empresa. La ignorancia nos condujo a empezar de manera caótica: una vez preparada la página web llamamos personalmente a empresas de catering y organizadoras de eventos de la zona para darnos a conocer. Pronto notamos el cansancio de no obtener la respuesta deseada (sobre todo porque no sabíamos muy bien qué esperábamos).
En marzo de 2014 comenzamos a trabajar la promoción de la empresa. La ignorancia nos condujo a empezar de manera caótica: una vez preparada la página web llamamos personalmente a empresas de catering y organizadoras de eventos de la zona para darnos a conocer. Pronto notamos el cansancio de no obtener la respuesta deseada (sobre todo porque no sabíamos muy bien qué esperábamos).
Decidimos entonces apuntarnos a todos los portales de organización de bodas que encontramos en una primera búsqueda, con bastante buen resultado ya que los comerciales de dichos portales se interesaron por nosotros enseguida como clientes potenciales de sus productos Premium, algo que de momento no nos interesa.
Pues vamos a por las redes sociales, pensamos. Facebook, Pinterest, Instagram... y nos enamoramos perdidamente de Twitter. Despacito vamos entendiendo cómo funcionan. Y, aunque nos queda mucho que aprender y mucho que contar, parece que vamos por buen camino.
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